Entrevista

JOSÉ MANUEL VALENCIA

                                                                            “ESTO HA SIDO UN RESURGIR, PERO YA ESTAMOS DE VUELTA”

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Conocemos las impresiones del diseñador rocianero, en el año que vuelven las fiestas primaverales, tras dos años sin poder ver volantes y lunares en ferias y romerías.

 

José Manuel Valencia nació entre máquinas de coser. Su madre y mi tía hacían los trajes para el Rocio -su familia es muy rociera-, por lo que, en cualquier casa que llegara, siempre buscaba con curiosidad a la máquina de coser.

Esto lo llevó a formarse en varias escuelas, comenzando por el diseño de interiores y, luego, en las dos capitales más cercanas, tanto en Huelva -en una academia de corte y confección- como en la Escuela Sevilla de moda.

No lo ha tenido fácil, pero se sigue superando y a día de hoy está consagrado como uno de los diseñadores de referencia en la comarca del Condado de Huelva. En una mañana lluviosa, nos recibe con una sonrisa, junto con sus compañeras, en un taller plagado de trajes de flamenca, como preludio de lo que está por venir.

Lo primero que te pregunto, lógicamente, es el tema de esa vuelta a la normalidad por fin, después de 2 años a cero. ¿Cómo está siendo eso y cómo está también afectando a al sector, después de estar paralizado completamente?

Hombre, no era una tarea fácil, porque aunque realmente nunca nos hayamos ido, sí que es verdad que ha sido como una especie de vuelta. Hemos estado un poco en ‘stand by’ estos años y ha sido un resurgimiento que una vuelta. Y esto no era una tarea fácil, puesto que había muchas expectativas, y sí, está costando.

En estos dos años ha sido todo muy complicado. Más aún en el caso de los diseñadores, que prácticamente no habéis podido hacer nada, si acaso algunas celebraciones, ¿no?

Han sido dos años super duros, porque nosotros, a fin de cuentas, hemos tenido los mismos impuestos, los mismos gastos… y, claro, no hemos tenido trabajo. Entonces -en mi caso hablo- gracias a Dios he podido ir tirando con cuatro cosillas que tenía atrasadas, pero claro, no era el funcionamiento pleno de cualquier taller de un diseñador. Han sido dos años en los que nos hemos tenido que reinventar, haciendo mascarillas, muchas colaboraciones con material sanitario, manteles, bolsos -que he hecho con mi marca-, todo ello para seguir funcionando en este tiempo.

Bueno, esa vuelta a la normalidad ha estado precedida de distintas pasarelas: We Love Flamenco, Huelva Flamenca o SIMOF. ¿Cómo ha sido también el volver, digamos, a estas celebraciones previas a lo que viene siendo las fiestas de primavera?

Con bastante emoción porque -en mi caso- yo presento mi colección en We Love Flamenco y allí todos somos una familia. Nos llevamos muy bien los diseñadores, las modelos y la organización. Entonces, el volver a encontrarnos en ese hotel Alfonso XIII y vernos con normalidad y hacer nuestros desfiles con total normalidad y, por supuesto, recibir el calor del público y de la gente que te está acompañando, que tenía ganas ya de ver la moda flamenca, pues lo haces con muchísimos nervios, ya que parecía que iba a empezar de cero.

Ha sido bastante emocionante, pero con muchísimas ganas y mucha responsabilidad, eso sí, porque la gente estaba esperando una nueva colección tras dos años y quizá nos hemos exigido más a nosotros mismos.

El nivel imagino que sigue estando alto, y más en una moda flamenca que siempre va en auge, teniendo en cuenta, además, esa particularidad de la que hablamos sobre los trajes regionales, ya que es el único que tiene modas, que va cambiando en tendencias. ¿Qué tiempo vivimos ahora mismo para la moda flamenca?

Yo te diría que, a nivel de diseño, bastante bueno, porque hay muchísima competencia -somos muchas las personas que nos dedicamos a la moda flamenca- y, evidentemente, se riza mucho el rizo y hay mucha creatividad. Y, como bien dices, es el único de los trajes regionales que tiene modas, y que se reinventa cada año, introduciendo cosas nuevas pero siguiendo siempre un mismo patrón. Por ello diría que nos encontramos en una época bastante buena para la moda flamenca.

Bueno, José Manuel, te pregunto por las tendencias de este año. Como decimos, un año en el que volvemos a ese gran escaparate que es la Feria de Sevilla, pero también a otras tantas celebraciones que hay por esta zona. ¿Cómo van a ser las tendencias en la moda flamenca para este año?

Mira, la gente quiere ir cada vez más cómoda, con tejidos que pesen menos. En mi caso, desde luego, no soy práctico, porque mi estilo presenta mucho volumen, pero sí que es verdad que yo busco también tejidos más ligeros, porque la gente busca la comodidad y estar a gusto, cuando va a la feria, al Rocío, o a cualquier celebración.

Pero sí que es cierto que todos los diseñadores tenemos un denominador común. Hemos elegido colores muy llamativos, colores muy vivos. Están en auge el fucsia, el naranja, el verde lima, el amarillo… Colores que nos transmiten mucha alegría y mucha luz que, sobre todo, es lo que necesitamos en estos tiempos. Y en tejidos, ya te digo, que sean sueltos, gasas, crespones, crepes… Son tejidos con bastante caída y bastante ligereza.

Te pregunto por el clásico: los lunares. No sé si este año hay mucho lunar o si van a ser, por el contrario, unos trajes más lisos.

No, no. El lunar es un clásico, como lo es el rojo, el blanco o el negro (aunque se lleve cualquier color, el rojo, el blanco y el negro siempre predominan). De hecho, este año abrí la colección con un traje negro en reconocimiento a todo lo que habíamos sufrido durante la pandemia, en señal de luto, y pasó el rojo durante el desfile y cerré con el blanco, pues como señal de alegría, de luz. Entonces son colores que siempre están, al igual que los lunares, que siempre están en tendencia, y el lunar es importantísimo.

Bueno, te voy a preguntar por tu colección. Me has dicho que empezaste con el negro y terminaste con el blanco, pero en medio, ¿cuál ha sido la gama de colores de tu colección?

Pues mira, mi colección este año se estructura en dos partes: la primera era muy dedicada al Rocío y a las romerías. A las fiestas, digamos, más del campo; y la segunda parte, como no podía hacer de otra manera, está más dedicada a mi pueblo, a mi Cruz, a los típicos trajes como se llevan aquí, muy arreglados y elegantes.

Entonces, se estructuraba en esas dos vertientes: una más flamenca y otra un poco más elegante. Pero sí que es verdad que los colores que predominaban son los que te he dicho: el fucsia, el naranja, el amarillo y, por supuesto, como gran protagonista, el blanco, que fue el cierre del desfile que venía a llenar de luz la pasarela, que era lo que yo quería.

Hay una cosa que no podemos dejar atrás: el tema de los complementos. ¿Qué es lo que se va a llevar este año?

Bueno, los complementos van también un poco en consonancia de los trajes: complementos cómodos. La gente no quiere pendientes que pesen mucho, porque hay que tener en cuenta que, en el mayor de los casos, te vistes por la mañana y te quitas el traje por la noche. Son muchas horas las que llevan el traje puesto. Entonces, la gente quiere pendientes muy cómodos. Se llevan mucho los aros, y las lágrimas muy sencillas. Se llevan complementos sencillos y cómodos.

Para terminar, ¿cómo es tu trabajo en el taller? Veo que tienes también a personas aquí, que te ayudan. ¿Cómo está siendo el resurgir en ese sentido?

 

Yo ahora mismo te puedo decir que como loco, sinceramente, porque cuando pase Semana Santa tengo que entregar tal cantidad de trajes tanto para para madres de Comunión como para bodas, trajes de flamenca para las fiestas del condado y la Feria de Sevilla. Y es una vorágine, no sabe uno para dónde va a tirar. Gracias a mi personal -que en total son siete las personas que componen el taller, unas cuantas están por la mañana y otras por la tarde-, ya que, entre todos, sacamos el trabajo a flote. Pero ahora se avecinan días de total locura y doy gracias a Dios de que sea así.

Entrevista realizada por:  Jesús Pérez Romero – Periodista en Condavisión S.L